EL ÚLTIMO OLVIDO:
VALIENTES QUE NADAN CONTRA CORRIENTE (I)
“los inquisidores creo que no deberán juzgar
a nadie a menos que los crímenes puedan ser documentados con pruebas concretas
y objetivas, lo suficientemente evidentes como para convencer a los que las
oyen”
Esta frase
pertenece a Alonso de Salazar y Frías, inquisidor de Logroño que se enfrentó a
otros inquisidores al defender la inocencia de los acusados de brujería en un
proceso multitudinario en el País Vasco (más de 5000 personas implicadas) a
costa de su propia vida, pues él mismo estuvo muy cerca de ser acusado por sus
propios colegas. Finalmente en este caso la historia acabó bien. Remitidos a
Madrid los informes de la causa, el Consejo General decidió decretar la
suspensión del proceso en 1614. Otros no tuvieron tanta suerte.
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