sábado, 30 de abril de 2016











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La maquinaria ya está en marcha. Ahora solo se trata de coger velocidad. Llega la época clásica, siglos V y IV a. C., y tenemos a los grandes escultores: MirónFidiasPolicletoEscopasPraxíteles y Lisipo. Hay muchas, muchísimas obras, pero en realidad no hay casi ninguna obra. Me refiero a que lo que nos ha llegado, lo que conocemos de estos autores, en la gran mayoría de los casos son copias romanas. Y ahí hay otra gran contradicción: el arte griego que conocemos es en realidad arte romano. Pero no nos asustemos, porque los romanos aman el arte pero no quieren ejercerlo, y dejan el trabajo en manos de esclavos griegos o de artistas griegos traídos a Roma. Conclusión: el arte griego original se pierde pero tenemos las copias romanas que, pese a todo, son en realidad obras griegas. Por desgracia a veces la copia cambia el material original, así Policleto es un broncista pero las copias de sus obras que tenemos son de mármol. Podemos admirar el Kanon (que él crea) y la belleza de el Doríforo de mármol, pero desde luego es una lástima que no podamos ver nunca el original de bronce. Y lo mismo con otras muchas obras…

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http://www.jotdown.es/2016/04/la-dama-auxerre-la-venus-borghese-canova-idas-venidas-la-escultura-iconica-occidental/


(foto de A. V. F.)


martes, 12 de abril de 2016






A los primeros cristianos se podría decir que los pilló el toro. Un día estaban en las catacumbas, masacrados por Diocleciano, y al siguiente Constantino ganaba batallas con la cruz como emblema.
Tenían que improvisar algo rápido y se les ocurrió coger algo que ya existía y que les venía bien: la basílica romana, que era un edificio destinado a ejercer la justicia. Lo tenían todo hecho ya y no se molestaron más que en cambiar unas esculturas por otras y unos mosaicos por otros. Por un tiempo tuvieron de sobra. Cuando empezaron a abundar los santos y los bautizos, recuperaron viejos edificios romanos para hacer mausoleos y baptisterios, que eran edificios pequeños y de planta central, pero no demasiado originales. El único que se atrevió a crear algo nuevo fue Justiniano, con su Santa Sofía. Y no por la tipología de la planta, sino por su tamaño y por su cúpula sobre rechinas.  (...)

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miércoles, 6 de abril de 2016