sábado, 22 de septiembre de 2012


ESTÁ DE PUTA MADRE, LA CRISIS.

Lo de Grecia me hace pensar. Hablando de la propuesta de subir la jornada de 8 a 13 horas y de trabajar los sábados alguien dijo en la tele que era cómo volver al siglo XIX y yo me dije: "No. Se trata de volver más atrás, a la monarquía absoluta, al feudalismo. ¿Pero eso es malo? No si tú eres el noble. No si tú eres el rey". Y eso me dio que pensar. ¿Por qué un país como Grecia, sin casi industria, tiene que aumentar de ese modo tan brutal la jornada laboral? ¿Qué producción quieren aumentar? ¿Realmente piensan que haciendo trabajar a la gente más horas en trabajos no productivos (sector servicios, sobre todo) van a aumentar el PIB? Pues tal vez no. Tal vez no se trate de eso. Tal vez se trate sólo de acabar con la democracia, con los logros sociales, con todo lo conseguido por el pueblo en los últimos 200 años. 
¿Sabéis cuánto costó llegar a la jornada de 8 horas? Hasta 1840, después de la tercera oleada revolucionaria del siglo XIX, no se consiguió en muchos países de Europa occidental. Y en otros aún hubo que esperar más años. Eso les costó a los obreros muchos muertos, heridos y encarcelados. Las huelgas y las manifestaciones estaban prohibidas, y eran muy peligrosas, te jugabas tu trabajo y tu vida si participabas en ellas. Por poner un ejemplo diré que sólo en Francia en la represión que siguió a la revolución de 1840 murieron unos 20 mil obreros, que se dice pronto, y además no murieron a manos de los nobles, sino de los burgueses, sus antiguos aliados y sus nuevos enemigos... Ahora todos esos logros (que no fueron gratis, repito) los van a borrar de un plumazo. Y la culpa no es de ellos, de los que mandan, de los que saben que el poder es más efectivo cuando es más reducido, que a un grupo más pequeño de personas les toca un trozo del pastel más grande y que para eso hay que someter a la mayoría y hay que desarmar a la mayoría logrando un Estado débil (esa es la esencia del feudalismo, si el estado no existe y el pueblo vive al borde de la miseria, todo el poder y toda la riqueza son para  la minoría privilegiada: los nobles, incluidos los cardenales, obispos y demás, que también son nobles, no lo olvidemos). No, la culpa no es sólo de ellos. También es en parte nuestra: se lo hemos puesto en bandeja... Ellos sólo se han resignado a esperar, hasta que les ha llegado el momento de resarcirse. ¿O es qué pensáis que los patronos que cedían ante sus obreros lo hacían de buena voluntad, por puro altruismo? ¿Pensáis que los nobles y los reyes depuestos y exiliados no soñaban nunca en recuperar su poder? Y lo mismo vale para los dictadores vencidos y desterrados, que nunca dejaban de conspirar desde sus refugios lejanos. Pues bien, si ahora vuelven es porque nosotros se lo hemos permitido. No hay más que decir. Nosotros hemos "pasado" de la política. Nosotros hemos dejado que nuestro destino lo manejen otros (generalmente bastante mediocres) y nosotros hemos bajado la guardia. Nosotros hemos confiado en los bancos. Nosotros nos hemos dejado engañar. Nosotros hemos sido cómodos y conformistas. Y ahora nos toca pagar por ello. Así de simple.


1 comentario:

  1. Quizás para ti o para mi sea tarde, pero no todo el mundo soportaría ese mundo que nos adelantas. O se dan cuenta o correran la misma suerte de los nobles franceses, la revolución y la guillotina para sus inmaculados cuellos.

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