miércoles, 10 de julio de 2013


PEDAGOGÍA


Una profesora le sorprendió en clase dibujando una de esas glamurosas chicas del Folies Bergère llenas de brillos y plumas. Como castigo, colgó el dibujo en su espalda y le obligó a pasearse por todas las aulas de la escuela. "Lejos de humillarme, los alumnos empezaron a sonreírme, a felicitarme. ¡Todo el mundo quería que le dibujara una de esas chicas! Creo que allí, con unos nueve años, pensé por primera vez: Este tiene que ser mi trabajo".

(Lucas Arraut, entrevista a Gaultier en El Pais Semanal, nº 1879)



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