viernes, 1 de junio de 2012


LOS VIEJOS AMIGOS


Hitler admiraba a Stalin y Stalin admiraba a Hitler.
Después de la noche de los cuchillos largos, cuando Hitler acabó con las S. A. y mató, entre otros muchos, a su viejo aliado Röhm, uno de las personas que le habían convertido en lo que era, Stalin dijo de él: "¡Qué gran tipo!, ¡Qué bien lo ha hecho!".


Por su parte, en varias ocasiones, cuando Hitler creía que sus generales no entendían sus planes (su genialidad, desde su punto de vista), su reproche principal hacia ellos era: "Tenía que haberlos matado a todos, como Stalin", refiriéndose a las purgas realizadas por el dictador ruso dentro del ejército de la Unión Soviética en el año 1938 (en esas purgas, prácticamente "descabezó" al ejército y eso le costó perder la guerra con Finlandia, pero ese detalle no parecía importarle mucho a Hitler).


¿Por qué será que esta mutua admiración no me sorprende demasiado?





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