miércoles, 30 de mayo de 2012

MALDITO ARTISTA MALDITO



¿Escritores malditos?
Al final resulta que Henry Miller no hubiese existido sin Anaïs Nin y Anaïs Nin no hubiese podido ayudarle sin el dinero de su marido y de su psiquiatra, así que ¿dónde está el mérito de Henry Miller? Fracasó en todos sus trabajos y se hubiera muerto literalmente de hambre (él mismo lo dice) de no haber conocido a Anaïs. ¿Y qué habría sido de Anaïs Nin de no haber tenido un marido tan tolerante? 

¿Pintores malditos? Recordemos a un pintor francés, Maurice Utrillo. El extraño caso del pintor maldito (en el sentido más habitual de la expresión) que cambiaba sus cuadros por casi todo: sexo, comida, bebida, libertad (libertad en el sentido más estricto, pagando con un cuadro a los policías que le metían en una celda de una comisaría por borracho), en fin, casi todo lo que un hombre puede necesitar… Y que, habiendo aceptado plenamente su fracaso, se tropezó con la felicidad en su vertiente más cálida y doméstica: se casó con una americana rica, y que encima le quería... ¿Qué más se puede pedir?
 (Es muy tentador comparar su caso con el de Pollock, o el de Modigliani, y jugar a imaginar las oscuras razones que tiene el destino para poner punto final a una buena historia.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario